07 Ago Por qué acudir a tu fisioterapeuta.
Durante años la sociedad ha tenido a la fisioterapia como una actividad destinada únicamente a deportistas o personas con un cierto poder adquisitivo, creyendo que el resto solo tenía acceso a la rehabilitación que se da en hospitales y centros asociados a mutuas, ensombreciendo el nombre de la fisioterapia, por el abuso en estos centros de maquinaria de terapia física y de aparatología de movilización autopasiva (poleas).
La fisioterapia no solo es capaz de actuar ante la presencia de dolor, fundamentalmente musculoesqueletico, sino que también dispone de un amplio abanico de competencias, tanto en la prevención de lesiones, como en la posterior rehabilitación de la funcionalidad para la vida diaria y profesional del paciente.
La prevención es la sección más interesante, así como la mas olvidada, dentro de las ciencias de la salud en general. Los pacientes suelen acudir a la consulta ante un problema ya establecido y no para su posible prevención; la prevención puede suponer un ahorro económico ya que utilizando los conocimientos adquiridos en unas pocas consultas o talleres, podemos evitar acudir a un sinfín de sesiones con uno o varios profesionales de la salud, así como una mejora en la calidad de vida a medio y largo plazo. Por ejemplo: una persona con dolores de espaldas habituales, cuyo trabajo le obliga a estar 8 horas delante de un ordenador, mejora esos dolores tras 2 sesiones de fisioterapia y previene la aparición de esos dolores en el futuro a través de 2 clases de pilates impartidas por un fisioterapeuta. De esa manera va a fortalecer músculos de la espalda y el abdomen muy importantes para adoptar una buena postura en el trabajo.
Se aconseja acudir de forma preventiva al fisioterapeuta, ante la presencia de cualquier tipo de molestia o dolor en una nueva localización o ante los primeros síntomas de una molestia de origen conocido, ya que puede suponer un ahorro económico, evitarla interrupción de la actividad deportiva o laboral (reduciendo el número de bajas laborales).
La fisioterapia y la osteopatía son igual de útiles o mas ante la ausencia de dolor que ante la presencia de este, dado que la propia defensa por parte del paciente a no querer sufrir más allá de lo necesario, pueden dificultar la acción del terapeuta y alargar de manera innecesaria un tratamiento.
Otro gran olvidado dentro de la fisioterapia por parte de los pacientes es la rehabilitación y la recuperación de la función; en ocasiones la desaparición del dolor no significa la eliminación del problema que lo ocasiona, sino la capacidad del propio cuerpo para enmascarar esa sensación tan desagradable.
Una vez desaparecidas las molestias debe de procurarse recuperar la función normal de las partes damnificadas y procurar que todo responda a la perfección en la actividad física y social del paciente. De nada sirve no tener un dolor de hombro si se es incapaz de levantarlo más de 90 grados o de no poder realizar actividades por temblores o falta de sensibilidad. Es importante terminar bien la recuperación, ya que de esta manera se evita la recidiva de la lesión o incluso la implicación de otras zonas anexas, agravado el cuadro y alargándolo innecesariamente en el tiempo.
CONCLUSIÓN
Las consultas periódicas al fisioterapeuta son una herramienta interesante y eficaz para la prevención y tratamiento de pequeñas molestias, evitando la aparición de problemas relacionados con el dolor de tipo moderado o grave que puedan alterar la calidad de vida.
La fisioterapia, la osteopatía y el pilates son las herramientas adecuadas para el tratamiento y prevención de las lesiones en el aparato musculoesquelético.
Un saludo,
El equipo de Fisiokiné
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